(1979) Abogado constitucionalista. Profesor de estudios políticos e internacionales desde 1998 (UC, UNESR, UCV, USM). Colaborador de medios internacionales (Inglés, Portugués, Italiano) Escritor en prensa. Colaborador en tv internacional

lunes, 24 de junio de 2013

Autonomía, asambleas y lucha contra el intervencionismo



Prof. Jesús Silva R.

 Publicado en Diario El Aragüeño - 21.01.13

Imaginemos por un instante si nuestra gloriosa Universidad Central de Venezuela, institución para la cual quien suscribe presta servicios como trabajador docente fuera víctima de la intervención del Estado a través de un tribunal debido a la petición irresponsable y mezquina de algún miembro de la comunidad universitaria que no comparte el régimen jurídico interno de nuestra amada Casa de Estudios o sencillamente porque no ha resultado favorecido por la decisión de una asamblea de profesores o estudiantes. El resultado de esa aventurera acción sometería a la universidad al grave riesgo de perder su autonomía y nunca más recuperarla.
 Este ejemplo se extiende a otras personas jurídicas, sean del ámbito público o privado, llámense asociaciones, corporaciones, gremios, clubes, empresas etc. 

Pues cuando un integrante o una arribista minoría de ellos, recurre a mecanismos externos, maniobras leguleyas, campañas de sabotaje y difamación o cualquier tipo de abusos para imponer forzosamente sus intereses propios por encima del colectivo y del ordenamiento jurídico interno que protege a la asociación, es evidente que está destruyendo el régimen de convivencia y promoviendo que esa misma entidad termine siendo definitivamente intervenida o expropiada, según sea el caso.

Así como el intervencionismo del Estado en el sistema universitario pudiera ser la consecuencia final si por conflictos internos y falta de diálogo se genera una apariencia de anarquía, caos, guerra interminable o ingobernabilidad universitaria; lo mismo puede acontecer con cualquier otra institución o agrupación de la vida social.    

Por eso no se deben despreciar las vías internas, como por ejemplo la bondad democrática de la Asamblea; esta es según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): una “reunión numerosa de personas para discutir determinadas cuestiones y adoptar decisiones sobre ellas”

De allí que sea requisito esencial para la democracia y la convivencia sana garantizar espacios como la asamblea para la discusión de los temas fundamentales y la búsqueda de acuerdos basados en el razonamiento, el humanismo, los objetivos comunes y el espíritu unitario.
La Asamblea como organismo superior de la corporación, es al mismo tiempo el escenario legítimo y más conveniente para que el conjunto de asociados manifiesten mediante ideas y actos, su compromiso efectivo con el interés y buena marcha de la persona jurídica por ellos conformada. Celebrar una asamblea siempre favorece a la totalidad de asociados, nunca a un segmento, pues representa el escenario democrático por excelencia para la toma de grandes decisiones, corregir las equivocaciones y revitalizar la unidad entre miembros de una misma familia.

Formalidades no esenciales e interpretaciones jurídicas confusas jamás deben convertirse en obstáculo para que la comunidad ejerza su libertad de expresión en esos escenarios abiertos, públicos y voluntarios como los que permite la asamblea. Según la DRAE, autonomía es la potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. 

Como ucevistas somos consecuentemente autonomistas y llevamos dignamente esa doctrina a todos los ámbitos nuestra vida pública y privada; nos negamos a la tesis de un Estado autocrático e interventor judicial de la vida de los ciudadanos y las asociaciones que ellos legítimamente han fundado. Si golpeamos nuestra autonomía, abrimos las puertas a que al final nos arrebaten lo nuestro y que  tanto esfuerzo le ha costado a esa mayoría social de nuestra de clase media, vale decir, mujeres y hombres que conducen diversas asociaciones.

La buena marcha de la asociación depende de una actuación sabia, que entienda siempre la política como la ciencia de transformar la voluntad individual en una voluntad comunitaria para así lograr grandes objetivos sociales. Nunca pretender que un bloque aplaste al otro, ni tomar el gobierno por la fuerza o el engaño. 

De lo que se trata es unificar los bloques mediante la praxis del diálogo, la búsqueda de factores que nos unan, el consenso, el respeto por la diversidad, el agotamiento de vías internas y el reconocimiento del otro, todo esto en el marco de la autonomía y sin el intervencionismo de entes extraños.

lunes, 22 de abril de 2013

Hembrismo, una copia del machismo


Por: Jesús Silva R.

El hembrismo no se parece en nada al feminismo, pues este último está representado por un sistema de principios que procuran la implantación de la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida humana; mientras que el primer concepto (hembrismo) significa una visión de barbarie, e inclusive violencia, en cuanto a las relaciones de poder en la sociedad, donde las mujeres imponen un régimen de supremacía y dominación sobre los hombres, tal como muchos de ellos lo han hecho en las sociedades patriarcales.

Aunque en la historia, el hembrismo sea cuantitativamente inferior al machismo (y nadie duda que ancestralmente el machismo ha sido un gran flagelo para la humanidad), no deja de ser pertinente denunciar los efectos nocivos que estas sectas radicales del hembrismo (cada vez más numerosas) causan en la vida social, ya que precisamente sus desviaciones atentan contra el prestigio de la mujer moderna (solidaria, fraternal, justa y democrática) que en el siglo XXI es admirable protagonista en los escenarios de la educación, la ciencia, la política y el trabajo.

Por lo tanto el hembrismo no identifica a una mujer futurista que ha superado la antigua sumisión de sus ancestras frente a la dictadura patriarcal, por el contrario ejemplifica un pensamiento rudimentario y salvaje inspirado en la violencia injustificada y el no reconocimiento a la dignidad de las personas, vale decir, base esencial de la convivencia humana.

En efecto, lo más lamentable del hembrismo es su carácter de doctrina inculcada a través de generaciones de féminas que transfieren unas a otras una serie de inconvenientes prejuicios y resentimientos contra los hombres, vale decir, un rencor que supone la guerra contra "los machos", como si la mala experiencia en convivencia, con uno o varios de ellos, fuera elemento suficiente para calificar negativamente a toda la población de hombres, es decir, como si un individuo representara la totalidad.

Es así que frecuentemente, la madre, la hermana, la pariente o la amiga cercana (que han experimentado el divorcio, la separación, la maternidad en soltería, la violencia en el hogar, años de matrimonio disfuncional y conflictivo, o simplemente el maltrato por el hombre en cualquier otra situación) se convierten en hembristas veteranas (profesoras) al adoctrinar a las mujeres más jóvenes (incautas) en el prejuicio contra los varones, basándose en un traslado de infelices experiencias propias que violan el razonamiento lógico, pues en efecto, cada persona vive circunstancias propias de modo, tiempo y lugar que hacen absurda la imitación de conductas ajenas como supuesta solución a problemas personales.

Sin embargo, el hembrismo, familiarmente promovido, conlleva a la mujer joven (aprendiz) a emprender una confrontación por el poder contra el hombre, la cual, en la mayoría de las veces, no es deseada ni correspondida por su compañero, generándose así, la inevitable pérdida de afectos, episodios de incomprensión y ruptura de vínculos, evidentemente motivados por ese enfermizo hembrismo que fue inyectado a la pareja por inescrupulosos agentes externos (terceras personas).

A la discípula hembrista se le educa para el egocentrismo (actitud que pareciera enorgullecer a sus maestras y ancestras hembristas) y se le incita a imitar las conductas más repudiables del machismo tradicional, tales como un comportamiento imponente y dominante, así como una superioridad (siempre acompañada del alarde frente a la sociedad) en las relaciones de poder frente a los hombres, que incluyen el trabajo, el estudio, la pareja, la capacidad económica, la política, la sociabilización, la reputación y por supuesto la sexualidad.

El pensamiento hembrista, aparentemente fundado en un afán de revancha contra siglos de patriarcado y sometimiento machista, anula las posibilidades de construir una nueva sociedad que supere las viejas injusticias, es decir, un sistema basado en la igualdad real entre mujeres y hombres.

Por el contrario, el hembrismo fomenta la destrucción de las relaciones sociales en armonía y se orienta en un delirio prepotente (ideado por culturas primitivas y atrasadas) de instaurar un modelo de opresión sobre las personas que va contra la propia naturaleza humana y las reglas de una sociedad democrática, fraternal y respetuosa de la igual dignidad de sus integrantes, tal como lo plantea el movimiento feminista mundial, del cual, millones de mujeres y hombres formamos parte activamente.

Nunca olvidemos que todo el que posee un falo, no siempre es un machista; ni toda la que tiene una vulva necesariamente es una feminista. Pues la igualdad de género y el feminismo se basan en la cosmovisión de un mundo sin violencia ni sometimiento; y no obedece a la cualidad implícita de haber nacido mujer u hombre.

sábado, 20 de abril de 2013

Chisme... Introducción al análisis


Por: Jesús Silva R.

Según la Real Academia Española, por chisme se entiende: "Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna".

Aunque mucho se comenta sobre el chisme desde el punto de vista cotidiano porque a veces causa risa y a otras indignación, dependiendo de la relación directa que tenga con éste (sea usted víctima o victimario), lo cierto es que rara vez se ha publicado un estudio metodológico o sistemático para explicar las razones que convierten en chismosos a individuos que parecerían normales.

Para tal fin, apelamos un enfoque de la realidad humana que reconoce el desarrollo económico como base de la cultura, la política, las normas, la ideología, la tradición, la moral, las instituciones y demás aspectos que rigen la vida de la sociedad.

Considerando la influencia general de la economía, es posible diferenciar el bienestar mental, de las personalidades más desarrolladas en las actividades del trabajo y la producción de riquezas, frente a aquellas que se encuentran perdidas en la desocupación, la falta de oficio o excesivo tiempo disponible para la ociosidad. 

Es el caso que desde el origen de la especie humana, el trabajo ha sido un elemento esencial para el progreso de la capacidad cerebral del individuo, ya que a través de la actividad laboral permanente es que la humanidad ha acumulado inmensos saberes y producido las valiosas obras científicas y tecnológicas, que generación tras generación, han favorecido al mundo hasta nuestros días.

Resulta un hecho evidente en el transcurrir del tiempo, que los mejores talentos del ser humano se manifiestan mediante el trabajo productivo, y en tal sentido, es obvio también que la ausencia de desempeño laboral (trabajo), perjudica la naturaleza humana al crear deterioro en las capacidades mentales y aptitudes del individuo.

Abordando el punto del deterioro intelectual de la persona y de la falta de actividad laboral, como causante de este terrible mal, es relevante ubicar en el contexto actual de la sociedad competitiva, las consecuencias que los sujetos con estas características de desventaja sufren en sus relaciones sociales. 

Nótese que si el trabajo es el motor del desarrollo intelectual y material de la gente, y es bien conocido que en la sociedad actual hay más demanda de empleo que ofertas para trabajar, no cabe duda que existe una competencia laboral que genera como resultado que algunos salgan victoriosos, alcanzando nuevas posiciones y otros caigan frustrados e ingresen a la masa de los marginados del mundo productivo.

He allí el escenario (circunstancias sociales) de partida que impulsa a emprender el oficio del chismoso, se trata principalmente de quienes no han logrado satisfacción ni plenitud mediante el cumplimiento de los objetivos deseados (personas que no están viviendo la vida que han querido vivir). 

Son éstos quienes más se destacan por promover especulaciones, rumores, maledicencia o injurias que de alguna manera puedan menoscabar la reputación de aquel que tiene la dicha de haber conquistado alguna meta o situación favorable, que es codiciada en una comunidad determinada o en la mayoría de la sociedad.

Ahora bien, habiendo aclarado que la existencia de desigualdad social en el campo del trabajo es una injusta realidad provocada por el sistema económico excluyente y por ende, un fenómeno generador de resentimiento, que a su vez motiva a la fabricación del chisme para desacreditar a quienes se encuentran en mejor situación; es fundamental agregar ahora que el origen de esta problemática nace del trabajo, pero siempre se extiende al universo de los bienes, valores, dones y atributos de la sociedad, siempre por la infeliz situación de que unos son propietarios de tales y otros no.

Es así que por ejemplo, quienes poseen talento, inteligencia o gracia, son frecuentemente objeto de matrices de opinión negativas (chismes) que persiguen desprestigiarlos frente a la colectividad, con el propósito de derribarlos de la próspera posición social que ocupan a consecuencia del agrado, admiración, confianza o respeto de la gente.

Es precisamente la envidia de los individuos vacíos, opacos y carentes de bienes sociales que iluminen su espíritu propio, quienes más sufren envidia como resultado de su insatisfacción personal; y es esa envidia, ese deseo ilegítimo de arrebatar la riqueza moral, intelectual o material del otro, lo que causa la amargura al envidioso y que a continuación lo conduce a desplegar el chisme como actividad maligna mediante la cual aspira degradar o reducir los méritos públicos de su víctima para entonces remediar la sensación de inferioridad que en el fondo el victimario tiene contra ésta.

Desde el punto de vista de las carencias e inconformidades en la realización personal se explica que individuos aparentemente afortunados (miembros de la clase social privilegiada), con un buen empleo, una empresa, una vida familiar estable, amistades genuinas, etc., se sientan en el fondo miserables e insatisfechos, ya que independientemente de los bienes materiales o espirituales que posean a su alrededor y que despierten admiración en terceras personas, la realidad es que estos seres humanos no están ejerciendo la actividad que realmente los complace, ni viviendo la vida que verdaderamente desean.

Por tales motivos, plagas como el chisme y la envidia (esta última madre de la primera), son fenómenos que afectan a todas las clases sociales (burguesía, capas medias, trabajadores, pequeña burguesía, etc.) es decir, tienen carácter policlasista, pero no constituyen un asunto meramente psicológico o afectivo, sino el producto objetivo del régimen social mercantilista donde la humanidad no dispone de libertad plena para desplegar y ejercitar todas sus capacidades creativas y productivas y por tal motivo surgen desigualdades y contradicciones en el ámbito de las relaciones sociales que conllevan a la insatisfacción, la infelicidad y las malas conductas que afectan la convivencia.

En efecto, si trabajáramos mancomunadamente en una sociedad de amigos, si todos pudieran dedicarse a las tareas de preferencia propia y tales fueran suficientes para vivir confortablemente, universalmente gozaríamos de una alta calidad de vida material, intelectual y espiritual que haría desaparecer a envidiosos y chismosos, habida cuenta de que no tendrían resentimiento que padecer, ni materia sobre la cual pronunciarse, ni infamia que fabricar, ni especulación que difundir de puerta en puerta, ni cretino comentario que esparcir mediante pin, e-mail, facebook, twitter, messenger, teléfono, susurro al oído, etc.

En definitiva, el trabajo, entendido como actividad cuyo valor radica en la creatividad, productividad y aporte a la sociedad, es lo que nos brinda gratificación personal y aprecio de la comunidad. Sólo el trabajo sano y feliz nos libera de conductas mediocres y atrasadas, como el chisme y la envidia, pues muy al margen de que con una posición social determinada materialmente nos hagamos ricos o no, lo importante es la riqueza espiritual, intelectual y moral que se conquista auténticamente y que nos consolida como personas libres de conductas primitivas e instintos de rapiña como los que hemos denunciado.

sábado, 23 de febrero de 2013

Impuesto sexual en oficinas y universidades



Jesús Silva R.


Publicado en semanario La Razón (17  al 24 de febrero 2013)

La reciente discusión vía twitter entre un neochavista animador de tv y un poco tolerante escritor de telenovelas picantes le ha dado notoriedad al polémico tema que es vulgarmente conocido como “operación colchón”. No se trata de acoso sexual (persecución), sino de acuerdo sexual (propuesta de dando y dando). Se le debe interpretar como abuso de poder en el trabajo o en el aula de clase, y al mismo tiempo una conducta cruel que debe ser castigada por la ley. 


Es condenable (al menos hoy moralmente y ojalá que en un futuro lo sea penalmente) el “cobro de impuesto sexual” (propuesta indecente) a las mujeres bajo el ofrecimiento de recompensas en dinero, beneficios laborales o en especie (incluyendo profesores que ponen esta “condición tributaria” para regalarle nota aprobatoria a las alumnas deficientes que están reprobadas ya que todo ello pervierte y prostituye a la sociedad.

Muchos criticarán mi postura radicalmente feminista que se parcializa por quienes teóricamente son débiles jurídicos y socialmente vulnerables. Tal vez opinarán conservadoramente que si la dama mayor de edad acepta la transacción (intercambio) es porque quiere hacerlo o le gusta el negocio planteado, que su consentimiento equivale a la cultura de vagabundería o el libre ejercicio de la sexualidad femenina en una sociedad moderna que debe respetarle a las mujeres la misma promiscuidad que se le apoya a los hombres. Que de alguna manera Dios le concedió ese “recurso natural” a las mujeres para defenderse (y ascender) en la sociedad de cualquier época. Que eso forma parte de su vida privada así como de su derecho a gobernar sobre su propio cuerpo. Pero a mi entender, quizás el asunto no es tan simple.

Imaginemos por un instante si buena parte de los sitios de trabajo o instituciones educativas estuvieran bajo el dominio por hombres chantajistas que reclaman servicios sexuales y que prácticamente cualquier mujer atractiva siempre encontrará en el camino de su vida laboral o estudiantil a uno de estos insensatos abusadores. Surge entonces la encrucijada entre la urgente necesidad cuidar el empleo y ganar un salario para sobrevivir, el sueño de llegar a graduarse (conquistar una profesión para vivir de ella y como dicen por ahí “ser alguien” el día de mañana); o por el contrario preservar el honor en su entera dimensión y rechazar cualquier forma de chantaje o cobro indecente por muy secreta o discreta que sea esta operación entre dos.

Si bien el honor propio es un bien jurídico fundamental e innegociable que cada persona debe defender para sí; también es constitucionalmente exigible al Estado, al sistema de justicia, a las instituciones públicas y privadas, al igual que a la sociedad organizada que no permanezcan indiferentes ante un mal que carcome la dignidad de nuestra sociedad. Mal pueden quedar indefensas estas mujeres chantajeadas porque parte primordial de la salud, el equilibrio y el orden de la sociedad supone combatir a estos expertos negociadores del sexo, detectar su conducta ventajista, destituirlos de sus cargos y sancionarlos penalmente, siempre que hubiere pruebas suficientes de sus actos criminosos.

En este mismo contexto están exceptuados de cualquier reproche a su conducta quienes libre y voluntariamente deciden formar pareja estable o casarse al margen de cualquier chantaje o transacción, pues no hay norma ética o jurídica que establezca impedimento para la relación afectiva de un hombre y una mujer que se hayan encontrado o conocido inicialmente en espacios laborales o académicos, siempre y cuando su vida privada no se mezcle con sus actividades de trabajo o estudio.

No menos importante es penalizar los casos de simulación de hecho punible donde quien se presenta como mujer víctima es en realidad quien comete la extorsión y amenaza a su patrono o profesor con generarle falsamente un escándalo sexual (acoso fabricado) sino se le satisface su interés (de ser contratada o ascendida en un empleo, o fraudulentamente aprobada en una materia universitaria). De un examen equilibrado y profundo de cada caso (sin prejuicios de ningún tipo), depende hacer verdadera justicia y que no se promueva más delincuencia, calumnias ni denuncias falsas.

Es inaceptable que estos adictos sexuales, sean hombres o mujeres (porque casos de agresión femenina también existen) jueguen con la comida (el pan y el trabajo) de las personas más humildes de nuestro pueblo; así como el desarrollo de su carrera estudiantil, universitaria o profesional. Es tiempo que la Asamblea Nacional legisle contra conductas que se inscriben en acoso moral (mobbing) a fin de una protección más efectiva de los derechos humanos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

The Plot


For the students of  english as a foreign language

Written by: Jesús Silva R.

This is the story of a real plot;
Good and evil, have fought a lot.
The meanest ladies, wear a disguise;
Fools bite the apple, of paradise.

At the University, criminals grow;
Evelish brilliance, starts to glow.
Corruption touches, almost each student;
Teachers get spotted, if they're not prudent.

I found a swimmer, reading my books;
Naomi Cambell, had her same looks.
The Devil hidden, behind green eyes;
She was a menace, seemed to be nice.

She well reminded me, of a pole dancer;
Who was my student, but had no answer.
Her best performance, paper in blank;
She was disastrous, in every exam.

Swimming and pole dance, would generate;
Similar actresses, with mascarade.
One exact conduct, for only one aim;
Wreck your own teacher, he'll give you a ten.

They smiled at me, I never trusted them;
They tried to flirt, but I avoided them.
Right then I knew, what their plan was;
To steal a ten, and easily pass.

Their strategy was blocked,
And they got so mad,
Failed every test,
Their skills were  bad.

They thought of extortion, as the solution;
The perfect crime, was their illusion.
Pin conversations, flirt on the chat;
Threat the professor! Fake a sex act!

Tell everybody, also authorities;
He is a communist, with sex priorities.
Say he demands, sex intercourse;
It's the only way, to pass his course.

And even though, you cannot prove it.
Untill the end, you will assure it.
You want to scare, this helpless guy;
Make him give a ten, go trample his pride.

Beauty Queens have great support,
Old men as fans, in Supreme Court.
Teachers can't fight, queens' curves and humps;
If they want to live, they must give up.

And dancing under, gun bullet rain;
As innocent teacher, I endured the pain.
But I didn't cry, I gave no ten.
For the next semester, "repeat again".

Those were final words, I said to them.
And now nobody, believes in them.
The case was closed, they were defeated;
Blackmailing had lost, teacher was acquitted.

So for the next time, you think of traps,
Remember well; lies never last.
And If you hurt, someone inferior;
You'll see in the end, they'll be superior!

martes, 2 de octubre de 2012

Rosita o Jimena Araya y la explotación del sexo


Por: Jesús Silva R.

Es Jimena Araya (mejor conocida por su personaje de Rosita) quien se ha apoderado de las redes sociales y los portales de internet en nuestro país. En efecto, desde que apareció la noticia de que la escultural actriz es buscada por la justicia debido a su presunta participación en la fuga de un peligroso pran, miles de internautas hacen comentarios que van desde la burla hasta los lamentos.

Más de 347 mil seguidores tiene en Twitter esta dama que cada domingo por la noche ha sido protagonista de uno de los programas humorísticos más vistos en la tv. Entre la admiración de muchos y la crítica (muchas veces destructiva) de otros, Rosita se convirtió en un producto de consumo masivo y una imagen comercial de la todavía machista sociedad venezolana.

Rosita, con su personaje de asistente en las tareas del hogar (mal llamada cachifa, mucama o sirvienta) fue usada por la televisión para reforzar el viejo concepto de la mujer que es feliz siendo sumisa ante la autoridad de hombres abusivos. Con el jefe portugués que le ordenaba recoger cosas del suelo para observar su cuerpo de afrodita, se cumplía la dramatización racista de la supuesta superioridad de los machos europeos y la pretendida inferioridad de las mujeres tercermundistas que mansamente “complacen” a sus amos para ganarse la vida. Todo como en los tiempos de Cristóbal Colón.

Desde nuestra óptica feminista, Rosita ha sido sólo un instrumento, no la directora de la orquesta publicitaria. Porque ya sea en la pantalla o en el mundo real, hay millones de respetables damas como Rosita, que voluntaria o involuntariamente participan en relaciones donde son tratadas como objeto sexual de personas explotadoras a cambio de dinero u otros beneficios.

El asunto va más allá del chiste, la mofa o la farándula. Porque la atención de las multitudes convierte al personaje en un símbolo cultural que es capaz de influir en millones de personas y especialmente en los jóvenes. Varones que sólo desearán tener a una mujer con cuerpo voluptuoso y que buscarán (como sea) el poder monetario para “comprarla”. Muchachas que “invertirán” en implantarse o moldearse busto, trasero, cintura, piernas y abdomen “perfectos” como los de Rosita porque se ha establecido socialmente que esas son las llaves del éxito, la fama, la fortuna y la conquista de un hombre adinerado.

Ante lo que ahora se asoma como la desgracia de Rosita (aparentemente fugitiva de la ley), muchos y muchas que hoy por Twitter la llaman despectivamente “prostituta” sin tener argumentos válidos para tal afirmación, hasta ayer eran sus fans y hasta culto le rendían. La sociedad parece estar enferma de hipocresía porque sólo aplica sus juicios morales a los vencidos, pero nunca a los vencedores.

Inocente o culpable de los delitos que se le imputan, es obligatorio tener en cuenta que Jimena Araya es víctima de una sociedad mercantilista, sexista y fetichista, donde se fomenta la ambición de hacerse rico a cualquier precio y la perversa tentación de los caminos fáciles. En ese contexto, la prostitución, la pornografía, la trata y el tráfico de personas conforman una de las industrias delictivas más poderosas del mundo junto con el tráfico de armas y drogas.

viernes, 4 de mayo de 2012

Michael Jackson: Martyrdom and Stardom


Especialmente dedicado a mis estudiantes del idioma inglés

Author: Jesus Silva R. (Male, 29)
Caracas, Venezuela


From the time that I was ten I had taught myself English as a foreign language through the lyrics of mythical songs as Thriller, Billie Jean and Bad. Despite in South America he was widely seen as a product of American pop industry, everyone must admit this is one of those very few individuals in History whose talent transcended the boundaries of race, culture and nationality. His life was a story of martyrdom and stardom, a unique 5 year-old black kid, born in poverty, whose superhuman talent converted him into a world megastar, but at the same time the economic head of a family at such an early age. 

This was his start into the Peter Pan tale, a man who could never grow up, who was tragically prohibited to live a normal life due to the vicious exploitation he suffered from artistic work. Once interviewed by Oprah, he confessed he was often mistreated by his own father, getting whipped to improve his dancing and singing skills and taking mockery about the negroid shape of his nose. He also faced social isolation by not being allowed to simply go to an average school and play with other kids and enjoy childhood.

Years later, during his teen age, his already overwhelming fame and wealth and the restrictions of his religious life submerged him into the lifestyle of a loner. Those were the days when vitiligo and plastic surgeries started to get as much attention as the brilliance of the great performer. Then, the grown man (still a child in the inside) found himself as the new Elephant Man in the real world we know, full of cruelty, prejudice and incomprehension. 

The eccentricity of adult Michael would not be tolerated by the mainstream media, for them, he had become the ultimate freak, his skin was too white, his surgeries were seen as self-abusive and his off-stage behavior as bizarre. Then he learned some truths of life: No matter how deep or legitimate the pain from your past can be, the world will not change its rules to give you composure or understanding. No matter how pure or justified your ideal is about what life should be like, society will not take it if it does not match its interest or morality. As a victim of his self-inflicted grief, he tried to hide into his own world and created The Neverland Ranch; but along the way he would pay the high price of exposing his self into vulnerable situations. In staying surrounded by the children of strangers’, he got in trouble.

With anguish, he pursued happiness based on the idealistic recovery of his lost childhood, until in 1993 a bombshell was dropped on the career of this careless Peter Pan. At that time, gold-diggers took advantage of his fall and got away with the money, knowing he was too emotionally devastated to fight back. For over a decade, tabloids tried so hard to destroy Jackson by declaring him guilty of a criminal conduct that legal trial denied. 

Sadly, U.S. mainstream media just could not realize that being “strange” does not mean you are a crime committer. Ever since the scandal, the King of Pop would never regain the peace of his early days, however, far beyond his tragic times, he remains as the biggest selling artist of all time with more than 750 million records sold (outdoing both The Beatles and Elvis). He’ll stay in people’s memories as a great humanitarian and charity donor. Still the world’s most famous artist, he’s gone too soon, but precociousness was always a major sign of his amazing and enigmatic life. As no one else, he brought love and joy into the hearts of billions of fans around the globe, to all of us: Forever he will be the greatest entertainer who ever lived.

Written in July 15th, 2009.
To Michael Jackson. In Memoriam

jesussilva2001@gmail.com